III

Vuelve a crecer la hierba; me tiene sin cuidado

Ya pasó mucho tiempo
Tiempo de lágrimas
Tiempo de sequía
Y yo sé que nunca hubo agua
Y yo sé que la sed fue permanente
A veces soñé con el manantial
A veces pedí unas gotas de rocío
El jardín está  hecho de arena
Yo imaginé helechos
Imaginé girasoles
Imaginé vida
Que tú estabas ahí
Como crecías entre los arbustos
Como florecían y brotaban los capullos de color

Pasaron muchos días y el bello jardín se lo llevaba el viento
Nunca lo hizo  con los recuerdos
Los dulces se opacaron ante la sal

Estatua de sal en medio del jardín
Jardín de una flor
Flor que nunca vi
La sal me cegó

El sol jamás se ocultó
Calentó días y noches
Del seco enero
Enero que nunca conocí ese sol
Sol de enero calentando las piedras-planta
En la arena junto al monumento de sal
Que chupaba y chupaba
Su dulce sabor me embriagaba y me hacía alucinar
En suave y lento envenenamiento
El reloj de enero continúa pasándome la cuenta
Facturas y facturas
Recibos y recibos
Montañas que me cobraron por siempre
No importó mientras continuaba chupando la sal
Ya no me gusta


  MCD MCA MCY

El difícil laberinto
La torre duró muy poco
Otra vez el viento se llevó la arena
Quedó la sal que golpea mi piel de babosa
Me carcome
Ya nadie lo disfruta
Un refrito más
Odio la estructura
De nuevo sin pensarlo
El ciclo de la basura es interminable
Apesta más que nunca
En una danza infernal


Siempre

Nunca fallas
El pozo me traga
Me sacas
Salgo a flote
Estarás aquí cuando te necesite
No hay que decir palabras mágicas
Ni convocar a nadie
Siempre ahí

El cansancio extremo
Las horas eternas
Ahí estás
Estás
Divinidad laica
Angel sin alas
Por dentro y por fuera llena de vida
Vida suda vida
Sangra vida
Vomita vida
Llora vida
Fluye vida
Destilando perfumes sin olor
Aceites sin fragancia
Por dentro que hay


Aullidos

¡Eres fatal! Una fiera mordiendo los trozos de carne de borregos asesinados cuándo el idiota se despertó. Idiota que se volvió a dormir; recordando los tiempos grises en que era arrullado por la suavecruelprincesa. Sonó el despertador. Al amanecer la fierabellamediomuerta acompañó al idiota en largas travesías  en el país de los caramelos destellantes. Se maravillaban con el peculiar rebote de las pelotas rojas de hule incandescente. Un ni buen ni mal día en la montañamurullafaro lucharon por horas y minutos, minutos y horas y fue lo mejor, los ojos se metían en los dedos, chillante choque de dientes. La noches se hizo presente y trajo consigo un bozal para detener el peligroso hocico de fierabellamediomuerta, ya era evidente el mordisco dejando la herida sana hoy se abrirá mañana. Los ojos se llenaron de arena, el sueño presente. Hora de dormir a contar borregos brincando la montañamurullafaro